Dos fotógrafos en Mauthausen
Antonio García y Francesc Boix
David Wingeate Pike
Traducción de Silvia Ribelles de la Vega
Ediciones del Viento S. L.
La Coruña (España), 2018
Colección: Viento Céfiro, 23
232 pp.
20 euros
ISBN: 9788494815072
«Su disposición a lamerles las botas
a los SS nos ponía enfermos», dice Antonio García de Francesc Boix, el
"héroe" de Mauthausen. Ambos españoles trabajaban en el laboratorio
fotográfico del campo de exterminio, de donde Boix sacó fotos que luego fueron
utilizadas como prueba acusatoria contra los nazis en Nuremberg. Arropado por
el Partido Comunista, al que pertenecía, recibió gran atención y simpatía hasta
su temprana muerte en París en 1951, mientras García era silenciado. En este
libro David W. Pike cuenta la verdadera historia.
Fancesc Boix pasó a la
historia por mostrar al mundo las fotografías del horror nazi en Mauthausen,
una pericia que le convirtió en héroe y que eclipsó el papel que jugó en ese
campo otro fotógrafo español, Antonio García, a quien el historiador David
Wingeate Pike rescata del ostracismo.
"Dos fotógrafos en
Mauthausen. Antonio García y Francesc Boix", salió al mercado tan solo tres
días después del estreno en los cines españoles de "El fotógrafo de
Mauthausen", en la que Mario Casas, dirigido por Mar Targarona, interpreta
al único español que testificó en Nuremberg.
La cinta cuenta la historia
de Francesc Boix, un fotógrafo español preso en el campo de concentración
austríaco que arriesgó su vida para sacar unos negativos que mostraron toda la
crueldad del campo, aunque esta versión difiere de la que Pike realiza en su
nuevo ensayo.
"Boix tuvo su
mérito, pero era un tío chungo. Y sobre todo lo que no se entiende es que se
haya olvidado y oscurecido la figura de García", ha explicado Eduardo
Riestra, editor de "Dos fotógrafos en Mauthausen".
"Dos fotógrafos en
Mauthausen" sale a la luz con la "misión" de "corregir un
desequilibrio en la apreciación popular" de los papeles que jugaron los
dos prisiones españoles que trabajaron en el Erkennungsdienst (servicio de
identificación) del campo de concentración de Mauthausen.
El trabajo en el Erkennungsdienst,
donde trabajaban seis presos, consistía principalmente en fotografiar a los
prisioneros, vivos y muertos, y tomarles las huellas y hacer un registro
fotográfico de las visitas al campo de todos los "dignatarios", que
Boix llevaría a los juicios de Nuremberg como prueba.
"Sorprendentemente
lo de Antonio García se conoce poquísimo. Es una polémica interna del Partido
Comunista, porque ambos eran miembros del partido. Incluso ahora me encuentro
con viejos comunistas ilustrados y te hablan de Boix, pero apenas saben de
García", comentó Riestra.
Cuando Boix llegó al
laboratorio fotográfico de Mauthausen, en octubre de 1942, ya llevaba allí
diecisiete meses otro español, Antonio García, que estaba escondiendo copias
secretas de algunas de las fotografías que revelaba.
Las mismas que, cuando
fue internado en el hospital en febrero de 1945, le fueron sustraídas por Boix,
que se las apropió y -ya en la posguerra, viviendo en París- las explotó
comercialmente.
"Pide que lo dejen
volver al laboratorio aunque estaba muy enfermo y ahí se encuentra con que las
fotografías escondidas no están. Estaba muy débil y espera unos días, pero en
un momento en que está solo con Boix tienen un enfrentamiento en el que Boix
escapa como un conejo porque García lo quería matar", relató Riestra.
Según la investigación
de Pike, que se entrevistó en los años 90 con García, durante la liberación de
Mauthausen, García pudo recuperar unas 60 fotografías de un total de 200 que
Boix le había robado.
"El Partido
Comunista le ofreció a García figurar junto a Boix en el copyright de las fotos, pero García estaba en contra del
protagonismo. Creía que era por la causa", añade Riestra.
Cuando Boix, que llegó a
ser kapo (jefe de un grupo de presos)
-aunque eso no lo admitió en Nuremberg-, se incorporó al laboratorio también
mostró un comportamiento conflictivo con sus compañeros y adulador hacia sus
captores, lo que llevó a García a declarar que "su disposición a lamerles
las botas a los SS" les "ponía enfermos".
Mar Targarona, directora
de "El fotógrafo de Mauthausen", explicó en la presentación de la
película, que esta cinta, con guion de Alfred Pérez-Fargas y Roger Danés, que
ella ha querido centrarse en la figura de Boix aunque, reconoció, que compartió
laboratorio con García.
"Todos los
personajes alrededor de Boix están inspirados en personajes reales, pero hemos
hecho puzzles, es decir, de un
personaje hemos cogido una parte, y de otro, otra. De hecho, no hay ninguno más
que tenga ningún nombre de los que estuvieran en el campo para evitar posibles
problemas", argumentó Targarona.
Riestra matizó que no ha
visto aún la película, que parece "perfectamente ambientada" en
cuanto al campo de concentración por el que pasaron 7.000 españoles hasta su
liberación en 1945, aunque apunta que "El fotógrafo de Mauthausen" va
a "ensalzar una vez más la figura de Boix, el héroe".
Texto de Pepi Cardenete
https://www.xlsemanal.com/conocer/historia/20180928/prisioneros-espanoles-campo-concentracion-fotografo.html
https://www.elnortedecastilla.es/culturas/cine/enfrentarse-relato-establecido-20181126125159-nt.html
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