Telefónica
Ilsa Barea-Kulcsar
Edición de Georg
Pichler
Hoja de Lata Editorial
Sensibles a las letras, nº 52
Gijón (España)
352 páginas
21,90€
EAN: 978-84-16537-47-1
«¿Es cierto que cuando oyes
silbar las bombas ya no te pueden dar?» se preguntan temerosos los
corresponsales extranjeros mientras cruzan la Gran Vía madrileña. Han venido a
España para cubrir la guerra civil y cada día envían sus crónicas desde la
central de la Telefónica, sede de la oficina de censura para la prensa
extranjera. Es el edificio más alto de la capital, el primer rascacielos del
país, y los aviadores alemanes tratan a diario de bombardearlo para aislar las
comunicaciones de la República.
Allí llega un buen día la
voluntaria alemana Anita Adam, muy decidida. La han asignado a la oficina de
censura ya que habla varios idiomas. Su modo de ser autónomo choca de pleno con
el machismo de los españoles y con el rol subordinado de las españolas, siempre
esposas o amantes. Allí, en el enorme edificio que tiembla bajo las bombas de
los junkers y los obuses del quince y
medio, refugio inexpugnable y prisión asfixiante al mismo tiempo, permanecerá
inalterable la pequeña Anita, trabajando a la débil luz de las lamparillas de
su escritorio.
Ilsa Barea-Kulcsar escribió una
vibrante novela basada en sus propias experiencias de guerra, en el Madrid
sitiado en el que todos desconfían de todos y en el que ella encontró el amor
de Arturo Barea. El texto, que ha permanecido inédito durante ochenta años, lo
concluyó el día antes de que, cautiva y desarmada, la Segunda República
sucumbiera.
Ilsa Barea-Kulcsar (Viena, 1902-1973) fue
una periodista y socialista austriaca. Bajo el gobierno protofascista del
canciller Dollfuß, ella y su primer marido, Leopold Kulcsar, organizaron la
resistencia clandestina.
A finales de 1936, Ilsa continuó
de forma activa en la lucha contra el fascismo, como periodista en la Guerra
Civil española. La asignaron a la oficina de censura de prensa extranjera
dirigida por Arturo Barea, quien se convertiría en su segundo marido. A los
cinco días de casados, lograron salir de España camino a París.
En la capital francesa Ilsa
escribió gran parte de Telefónica y Arturo comenzó a trabajar en su
célebre trilogía La forja de un rebelde. A finales de febrero de 1939
ambos partieron hacia su exilio definitivo: Gran Bretaña.
Bajo el título de In der
Telefonica (En la Telefónica) Ilsa puso fin a su manuscrito en un día
señalado de la guerra de España, «31st March, 1939».
Telefónica se publicó en 70 entregas
en el periódico socialista austriaco Arbeiter-Zeitungentre el 13 de
marzo y el 4 de junio de 1949.
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