7 de febrero de 2019

Dos fotógrafos en Mauthausen


Dos fotógrafos en Mauthausen
Antonio García y Francesc Boix
David Wingeate Pike
Traducción de Silvia Ribelles de la Vega
Ediciones del Viento S. L.
La Coruña (España), 2018
Colección: Viento Céfiro,  23
232 pp.
20 euros
ISBN: 9788494815072

«Su disposición a lamerles las botas a los SS nos ponía enfermos», dice Antonio García de Francesc Boix, el "héroe" de Mauthausen. Ambos españoles trabajaban en el laboratorio fotográfico del campo de exterminio, de donde Boix sacó fotos que luego fueron utilizadas como prueba acusatoria contra los nazis en Nuremberg. Arropado por el Partido Comunista, al que pertenecía, recibió gran atención y simpatía hasta su temprana muerte en París en 1951, mientras García era silenciado. En este libro David W. Pike cuenta la verdadera historia.
Fancesc Boix pasó a la historia por mostrar al mundo las fotografías del horror nazi en Mauthausen, una pericia que le convirtió en héroe y que eclipsó el papel que jugó en ese campo otro fotógrafo español, Antonio García, a quien el historiador David Wingeate Pike rescata del ostracismo.
"Dos fotógrafos en Mauthausen. Antonio García y Francesc Boix", salió al mercado tan solo tres días después del estreno en los cines españoles de "El fotógrafo de Mauthausen", en la que Mario Casas, dirigido por Mar Targarona, interpreta al único español que testificó en Nuremberg.
La cinta cuenta la historia de Francesc Boix, un fotógrafo español preso en el campo de concentración austríaco que arriesgó su vida para sacar unos negativos que mostraron toda la crueldad del campo, aunque esta versión difiere de la que Pike realiza en su nuevo ensayo.
"Boix tuvo su mérito, pero era un tío chungo. Y sobre todo lo que no se entiende es que se haya olvidado y oscurecido la figura de García", ha explicado Eduardo Riestra, editor de "Dos fotógrafos en Mauthausen".
 
"Dos fotógrafos en Mauthausen" sale a la luz con la "misión" de "corregir un desequilibrio en la apreciación popular" de los papeles que jugaron los dos prisiones españoles que trabajaron en el Erkennungsdienst (servicio de identificación) del campo de concentración de Mauthausen.
El trabajo en el Erkennungsdienst, donde trabajaban seis presos, consistía principalmente en fotografiar a los prisioneros, vivos y muertos, y tomarles las huellas y hacer un registro fotográfico de las visitas al campo de todos los "dignatarios", que Boix llevaría a los juicios de Nuremberg como prueba.
"Sorprendentemente lo de Antonio García se conoce poquísimo. Es una polémica interna del Partido Comunista, porque ambos eran miembros del partido. Incluso ahora me encuentro con viejos comunistas ilustrados y te hablan de Boix, pero apenas saben de García", comentó Riestra.
Cuando Boix llegó al laboratorio fotográfico de Mauthausen, en octubre de 1942, ya llevaba allí diecisiete meses otro español, Antonio García, que estaba escondiendo copias secretas de algunas de las fotografías que revelaba.
Las mismas que, cuando fue internado en el hospital en febrero de 1945, le fueron sustraídas por Boix, que se las apropió y -ya en la posguerra, viviendo en París- las explotó comercialmente.
"Pide que lo dejen volver al laboratorio aunque estaba muy enfermo y ahí se encuentra con que las fotografías escondidas no están. Estaba muy débil y espera unos días, pero en un momento en que está solo con Boix tienen un enfrentamiento en el que Boix escapa como un conejo porque García lo quería matar", relató Riestra.
Según la investigación de Pike, que se entrevistó en los años 90 con García, durante la liberación de Mauthausen, García pudo recuperar unas 60 fotografías de un total de 200 que Boix le había robado.

"El Partido Comunista le ofreció a García figurar junto a Boix en el copyright de las fotos, pero García estaba en contra del protagonismo. Creía que era por la causa", añade Riestra.
Cuando Boix, que llegó a ser kapo (jefe de un grupo de presos) -aunque eso no lo admitió en Nuremberg-, se incorporó al laboratorio también mostró un comportamiento conflictivo con sus compañeros y adulador hacia sus captores, lo que llevó a García a declarar que "su disposición a lamerles las botas a los SS" les "ponía enfermos".
Mar Targarona, directora de "El fotógrafo de Mauthausen", explicó en la presentación de la película, que esta cinta, con guion de Alfred Pérez-Fargas y Roger Danés, que ella ha querido centrarse en la figura de Boix aunque, reconoció, que compartió laboratorio con García.
"Todos los personajes alrededor de Boix están inspirados en personajes reales, pero hemos hecho puzzles, es decir, de un personaje hemos cogido una parte, y de otro, otra. De hecho, no hay ninguno más que tenga ningún nombre de los que estuvieran en el campo para evitar posibles problemas", argumentó Targarona.
Riestra matizó que no ha visto aún la película, que parece "perfectamente ambientada" en cuanto al campo de concentración por el que pasaron 7.000 españoles hasta su liberación en 1945, aunque apunta que "El fotógrafo de Mauthausen" va a "ensalzar una vez más la figura de Boix, el héroe".
Texto de Pepi Cardenete
https://www.xlsemanal.com/conocer/historia/20180928/prisioneros-espanoles-campo-concentracion-fotografo.html

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