30 de octubre de 2025

Mitos progres

 

Mitos progres

Michael Huemer

Ediciones Deusto (Grupo Planeta)

Barcelona (España), 2025

408 pp.

21,95 €

ISBN 9788423439447

 Por qué tantas ideas del progresismo actual se aceptan como verdades sagradas y adónde nos están llevando


Los progresistas se presentan como los defensores de la razón, la ciencia y la justicia social. Pero ¿qué ocurre cuando sus argumentos no resisten el más mínimo escrutinio?

En Mitos progres, el filósofo Michael Huemer desmonta, con datos y rigor, algunas de las ideas más influyentes y repetidas del progresismo actual: que la brecha salarial entre hombres y mujeres se debe al machismo; que los tiroteos policiales son sistemáticamente racistas; que el género es un mero constructo social, o que el cambio climático nos llevará a la extinción.

Con un estilo claro y valiente, Huemer demuestra que muchas de estas afirmaciones no son inocentes ni irrelevantes: son mitos ideológicos que distorsionan el debate público, polarizan a la sociedad y justifican políticas ineficaces —o directamente dañinas—. Y lo que es aún peor: se utilizan como armas morales para silenciar la disidencia y blindar una visión dogmática del mundo.

Este libro no pretende imponer una nueva ideología, sino recuperar algo más necesario que nunca: el respeto por los hechos, el pensamiento crítico y la libertad de disentir.

Michael Huemer es profesor de filosofía en la Universidad de Colorado en Boulder. Es autor de más de sesenta artículos académicos sobre epistemología, ética, metaética, metafísica y filosofía política, así como de seis libros, de los cuales El problema de la autoridad política fue el primero en traducirse al castellano.








La sombra de Alfonso XIII

 

La sombra de Alfonso XIII
El general Saro, de Cuba a Alhucemas

Fernando Puell de la Villa y María Gajate Bajo

Marcial Pons, Ediciones de Historia - Ministerio de Defensa

Madrid, 2025

500 pp.

30 euros

ISBN: 9788419892614


«La biografía es un elemento esencial para entender una época y una sociedad», dijo Julio Caro Baroja en su discurso de ingreso en la Real Academia Española, y difícil será vislumbrar la problemática y características del universo castrense del primer tercio del siglo xx sin conocer la vida del general Leopoldo de Saro, caso paradigmático del singular vínculo establecido entre Alfonso XIII y los cuadros de mando del ejército. Nacido en Cuba, ingresó en la Academia de Infantería con catorce años y, antes de terminar los estudios, fue enviado a combatir la insurrección cubana. Tras el Desastre de 1898, se alineó con el regeneracionismo y, a resultas de la debacle del Barranco del Lobo de 1909, marchó a Melilla, donde ascendió a comandante por méritos de guerra. El resto de su carrera militar estuvo siempre ligado a Madrid, integrado en el grupo de «oficiales palatinos». El hundimiento de la Comandancia Militar de Melilla tras el desastre de Annual en 1921 le llevó de nuevo a Marruecos y su brillante actuación fue recompensada con el ascenso a general de brigada. A su regreso, formó, junto con los generales Cavalcanti, Dabán y Berenguer (Federico), el llamado «Cuadrilátero» que urdió el golpe de Estado de 1923. En 1925, el general Primo de Rivera le confió el mando de la brigada constituida en Ceuta para realizar la operación anfibia culminada en el desembarco de Alhucemas, lo que le valió el ascenso a general de división y el título de conde de la Playa de Ixdaín. Tras ascender a teniente general en 1930, estrechó sus lazos con Alfonso XIII y optó por abandonar el ejército al proclamarse la República. Su cercanía a los partidarios de derrocar el régimen republicano le costaría la vida en agosto de 1936, desvaneciéndose después su memoria al atribuirse Franco por entero el éxito de Alhucemas.