La intervención de Stalin en España
Abel Paz
Fundación Anselmo Lorenzo
(Madrid)
Calumnia Edicions- Serra
de Tramuntana
Palma de Mallorca
(ESPAÑA), 2020
Colección Estel Negre, 10
73 págs.
5 €
ISBN 978-84-122107-3-6
La historia académica, de forma
generalizada, ha venido sosteniendo determinados tópicos para tratar de
justificar hechos que nunca fueron estudiados con la precisión que era
necesaria, con el claro propósito de salvaguardar los intereses ideológicos de
quienes no saldrían muy bien parados de esa investigación.
El texto de Abel Paz centra su
análisis en el estudio de las memorias de Walter G. Krivitsky, espía y general
del Ejército Rojo responsable, entre
otros asuntos menos ciertos, del envío de armas al gobierno republicano a
través de una red comercial ficticia, que impidiera vincular directamente a la
URSS con alguno de los bandos combatientes, tratando de no poner en peligro el
Pacto de No Intervención firmado en agosto de 1936, entre otros estados, por el
soviético. Krivitsky detalla pormenorizadamente el momento elegido por Stalin
para intervenir en la guerra civil, cuáles son los intereses que se persiguen,
quiénes son los principales ejecutores del plan y qué resultados arrojan esas
actuaciones. A pesar del exiguo recorrido que hace el general por estos hechos,
su testimonio es fundamental para entender episodios decisivos de la contienda
que aún hoy siguen siendo estudiados a través de fuentes documentales
claramente manipuladas, que otorgan un protagonismo desmedido a unos sectores
del bando republicano para robárselo, con aviesas intenciones, a quienes fueron
autores de hechos trascendentales.
En este sentido, la
historiografía oficial, salvo honrosas excepciones, ha venido ninguneando el
decisivo papel del movimiento libertario en la guerra civil, explicando el
fenómeno anarquista como una tendencia marginal y violenta, responsable de las
peores atrocidades y causante de la derrota republicana. Para ello se han
retorcido los hechos de las formas más inverosímiles, convirtiendo a militantes
destacados del anarcosindicalismo en poco menos que bandidos —Amor Nuño,
hermanos Pellicer, Francisco Maroto, Joaquín Ascaso y un largo etcétera—,
mientras se obvia la importancia de realizaciones sustanciales de las que son
protagonistas, tales como la organización de la mayoría de las colectividades
agrarias e industriales —que sostuvieron en gran parte la economía—, la
aportación de decenas de miles de milicianos a los frentes de guerra o la
renuncia a principios ideológicos fundamentales hecha para no fracturar el
bando republicano.
Abel Paz (Almería, 1921 –
Barcelona, 2009). Pseudónimo de Diego Camacho Escámez. Prolífico escritor e
historiador autodidacta nacido en el seno de una familia jornalera andaluza.
Emigrante económico en Cataluña cuando aún era un niño, poco a poco se va
impregnando del ideal libertario, gracias a la lectura de publicaciones anarquistas,
al contacto con vecinos vinculados a instituciones como el ateneo libertario o
el grupo naturista y, sobre todo, a la estancia en la Escuela Natura, en la que ejerce como maestro el pedagogo Juan Puig
Elías (1898-1972). Su temprana militancia en la Juventudes Libertarias y en la
CNT le permite asistir en primera fila a acontecimientos de enorme trascendencia
histórica, cuyo estudio y relato se convertirán en el objetivo de su vida.
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