Vida y exilio
Memorias de un español en la URSS
José Fernández Sánchez
Impronta Editorial, Gijón
Diciembre 2022
504 pp.
20 euros
ISBN: 978-84-126113-0-4
José Fernández Sánchez nació el 16 de febrero de 1925 en Ablaña
(Mieres, Asturias) y falleció, el 10 de noviembre de 2011, en Madrid. Su
infancia transcurrió en una familia trabajadora del valle minero del Caudal,
hasta que la revolución de octubre de 1934 primero y la guerra española después
rompieron con todo, incluida la vida de su padre, un recto militante socialista
muerto en 1937. A resultas de ello, José y su hermano Joaquín fueron recogidos
en un orfanato miliciano de Gijón y posteriormente evacuados a la URSS, dentro de
la expedición de niños que salió del puerto de El Musel, la noche del 23 de
septiembre de 1937, para ponerlos a salvo de la guerra. Tras la llegada a
Leningrado, el 4 de octubre, donde los recibieron como héroes, fueron
repartidos por distintos lugares en las llamadas Casas de Niños Españoles. Allí
vivieron un periodo de adaptación que se prolongaría mucho más de lo previsto y
que se vio abruptamente truncado, en junio de 1941, por la invasión alemana de
la Unión Soviética y por la terrible guerra que la siguió. Al desplazamiento
desde Moscú a zonas seguras a orillas del Volga sucedieron las privaciones y el
hambre, siempre compartidos con la población rusa.
Entre guerra y guerra, sin apenas noticias de su
familia y de su tierra, a las que añoraba, José fue creciendo hasta alcanzar la
mayoría de edad. Finalmente descubre una vocación, que desde bien pequeño
apuntaba ya en su afición a la lectura, y decide iniciar estudios de
Bibliografía, compaginándolos con el trabajo de ajustador en una fábrica de
Moscú. Ya licenciado, se casa y, con su mujer y dos hijos pequeños, le destinan
a Izhevsk, en Udmurtia, una remota región de los Urales, donde ejercería como
bibliógrafo durante siete largos años, hasta que en 1957 pudo regresar a Moscú
para trabajar en la Biblioteca Nacional Lenin y en Radio Moscú. Entre 1961 y
1964 ejerció en La Habana de traductor para los asesores militares rusos,
siendo privilegiado testigo de la crisis de los misiles de Cuba de 1962.
A pesar de sus deseos, José Fernández no pudo regresar
a España hasta 1971, para iniciar con su familia una nueva vida en Madrid, al
principio llena de incertidumbres, pero que su férrea voluntad y los vientos
favorables que soplaban en España fueron poco a poco despejando. Gracias a la
mediación de Vicente Llorca, obtiene un puesto de profesor de lenguas eslavas
en la Universidad Autónoma de Madrid y en 1972 es contratado por la Biblioteca
Nacional, donde trabajará como bibliógrafo hasta su jubilación. Por su cuenta
desarrolló además una gran labor traduciendo libros de literatura rusa. Por la
del Cantar de la Gesta del Príncipe Igor recibió el
prestigioso Premio Pushkin de la Unión de Escritores de la URSS.
P. S.: Pepe “El Ruso” –como se le conocía en el
ambiente coloquial- fue gran amigo del administrador de este blog durante muchos años. No se le hizo
justicia durante bastante tiempo, y fue soslayado -tanto a nivel nacional como regional- por determinadas asociaciones de recuperación
de la memoria de los llamados “niños de la guerra”, tan escoradas a determinados
postulados ideológicos.
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